martes, 9 de febrero de 2016

A propósito de la Generación Beat


"...sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un "¡Ahhhh!".


"En el camino", Jack Kerouac

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No te enfades conmigo, seremos gusanos mañana ambos retorciéndonos en el barro, partidos en dos por un arado


"Aullido", Allen Ginsberg 

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Los artistas son los verdaderos arquitectos del cambio, y no lo políticos y legisladores, quienes aplican el cambio después de que este haya sucedido

William S. Burroughs

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No pienso extenderme demasiado, lo prometo. Pero en vista de las próximas lecturas que van a llegar a Pseudoficciones, me gustaría poner en antecedente y escribir sobre uno mis fenómenos literarios y culturales favoritos: la Generación Beat. El acontecimiento sociocultural iniciado por un puñado de muchachos desencantados con algunas cosas y deseosos de muchas otras, que se ha convertido en uno de los más activos mitos literarios del siglo XX; un mito que sigue abierto porque su herencia, muchas veces de forma ajena a nuestro conocimiento, sigue más viva que nunca en pleno siglo XXI.

"En cuanto a la existencia de la Generación Beat, no fue verdaderamente más que una idea que se nos ocurrió", afirmaba Jack Kerouac en la revista "Esquire". Y bendita idea. Los Beat fueron inicialmente cuatro chavales inconformistas: Jack Kerouac, que aportó al grupo la inocencia y la elaboración de las crónicas literarias de aquello que compartieron; Allen Ginsberg, el ideólogo, un alma soñadora, sensible y con ansias de experimentación y eternidad; William S. Burroughs, un tipo frío y crítico con todo lo que veía en la América del desencanto; y finalmente, el nexo de unión entre ellos, el líder, Neal Cassady, quien no era artista ni escritor, pero al que todos escuchaban con devoción y que aportó al grupo su forma de vida, la filosofía de renunciar a lo material y lanzarse "a la carretera" no como una forma de viajar, sino como un modo propio de ver la realidad.

No está muy claro de dónde proviene la palabra que nombra a la generación. Kerouac se la apropió inmediatamente y he leído de su propia pluma dos versiones: Beat con el significado de "derrotado, abatido", muy en sintonía con su gusto por lo marginal, y Beat como un derivado de la voz latina beatus, pues ellos afirmaban vivir como beatos, igual que San Francisco (nótese el doble juego con la ciudad en la que se gestó el movimiento Beat).

Como digo, ser Beat fue un modo de vida que desembocó en una corriente literaria, y no al revés. Los libros se escribieron diez años después de los acontecimientos, como mínimo. Filosóficamente, los miembros de la Generación se encontraron con un país que aún intentaba recuperarse de la Gran Depresión de los años 20, locos y dramáticos por igual, y se dieron cuenta de que tras las Guerras Mundiales, no tenían nadie contra quien mostrarse combativos, por lo que decidieron luchar contra su propio país, que estaba adoctrinando e idiotizando a base de televisión, deporte y cerveza a una clase media que se sentía segura y protegida, lo que le llevaba a no sentir la necesidad de hacer preguntas. Y así, los Beat crearon un discurso contracultural, subversivo y rebelde que fue ligado de manera interesada a la delincuencia; pero no hubo delincuencia, sino crítica, locura, experimentación sensorial con drogas y literatura de la buena. Emanada directamente de la gente. 

Y con la misma rapidez que se creó la generación, fue disuelta. Se agregaron muchos miembros, sí, pero a partir de los años 50 se desvanecieron en cárceles y manicomios. Ahí habría quedado todo, pero por un extraño milagro de transmisión suburbana, las ideas de los Beat se divulgaron a una velocidad pasmosa: su manera de pensar, de entender la realidad y la cultura, e incluso su forma de vestir fueron adoptadas en las calles primero, y en cine y la televisión después (James Dean, Marlon Brando, Elvis). Los Beat fueron la base sobre la que se levantó el movimiento hippie, que adoptó su modo despreocupado de vivir en paz con los demás y la lucha contra el capitalismo salvaje y el belicismo. Por ello, los movimientos contraculturales contemporáneos le deben a estos tres locos mucho más de lo que nos pensamos. Aunque finalmente, lo Beat fue engullido por la cultura de masas y fagocitado por su aparato culturalmente correcto, que incluso comenzó a aprobar la figura del delincuente de poca monta asociado al integrante Beat, dotándolo de cierto aire romántico que anulaba su naturaleza reivindicativa.

Y si nos vamos a los libros, toda la esencia de la Generación Beat está plasmada en su obra fundacional, En el camino, de Jack Kerouac, que llegará en breve a Pseudoficciones. Otros esenciales son El almuerzo desnudo, de Burroughs y Aullido, un poema largo de Allen Ginsberg. Obras todas ellas profundas, chocantes con la conciencia colectiva y que merecen ser leídas porque contienen un pedacito de esa reivindicación social tan necesaria en nuestros días. Además de drogas, sexo, locuras, viajes y vivencias fascinantes. Aunque algunas de ellas, como es evidente en un contexto de semejante descontrol, desgarradoras. Sin ir más lejos, William S. Burroughs le voló la cabeza a su mujer con una pistola jugando a Guillermo Tell en un tugurio de Tijuana. 

Próxima reseña, En el camino de Kerouac, el gran manual Beat ¡animaos a leerla e intercambiamos impresiones!

¡Besos y abrazos!

¡¡Os dejo unas cuantas fotos de los Beat!!

Nicanor Parra,Miguel Grinberg y Allen Ginsberg (La Habana – febrero 1965)
Bob Dylan, Allen Ginsberg, Peter Orlovsky, Barbara Rubin y Daniel Kramer (Princeton, Nueva Jersey, 1964)
William Burroughs, autor de "El Almuerzo Desnudo". Foto de John Minihan

Jack Kerouac, el Buda

Allen Ginsberg frente a Allen Ginsberg

Michael McClure, Bob Dylan y Allen Ginsberg (San Francisco, 1965)

Allen Ginsberg, lectura en el Washington Square Park, New York, 1960

Neal Cassady, el gran héroe de la Generación Beat, detenido en Denver, 1944.

David Bowie y William Burroughs

Neal Cassady y Jack Kerouac en la famosa foto que fue la portada de "En el camino"